¿Garganta reseca por culpa del aire acondicionado? Prueba estos 5 trucos
El climatizador es uno de nuestros aparatos favoritos. Cuando hace mucho calor, nos brinda la posibilidad de disfrutar de una estancia fresca en la que relajarnos un rato. Pero, como casi todo en la vida, también tiene algunos inconvenientes y uno de ellos es que el aire acondicionado seca la garganta.
Como seguramente no quieras renunciar a este gran avance de la técnica, te damos 5 trucos para minimizar su impacto en tu faringe. Lo agradecerás.
1. Enciende el aire acondicionado cuando sea realmente necesario
La tentación de tener todo el día encendido el aire acondicionado cuando las temperaturas suben mucho es inevitable, pero hay que resistirse. Además de suponer un gasto innecesario, puede resultar dañino para tu salud.
No hay una regla fija para determinar el tiempo que debe estar encendido un dispositivo de climatización, pero existen algunas recomendaciones básicas que conviene seguir:
- Evita su uso durante la noche.
- Aprovecha el frescor de la mañana y de la última hora de la tarde para ventilar la casa.
- Cuando estés fuera de casa, déjalo apagado.
- Enciéndelo solamente en las habitaciones ocupadas.
2. Elige la temperatura adecuada
Cuando se elige una temperatura demasiado fría, además de gastar más luz y contribuir a la contaminación ambiental, estamos provocando mayor sequedad en el ambiente.
Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, es suficiente con elegir una temperatura de 25 o 26 grados para disfrutar de una sensación agradable.
3. Humedece el ambiente para contrarrestar al aire acondicionado
El proceso de condensación mediante el que funciona el aire acondicionado provoca sequedad en el ambiente. En la época de más uso, procura aportar un extra de humedad:
- Instala un humidificador.
- Coloca plantas en zonas estratégicas de tu casa.
- Pon recipientes con agua en algún rincón.
- Tiende la ropa dentro de casa.
4. Cuídate más de lo habitual
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Es probable que no prestes demasiada atención a lo que comes o bebes cuando estás descansando en casa. Cuando enciendas el aire acondicionado, procura adquirir nuevas costumbres:
- Bebe agua a menudo en pequeños sorbos para mantenerte hidratado.
- Toma caramelos de miel o de menta para suavizar la garganta.
- Si ya notas sequedad o dolor, recurre al tradicional vaso de leche con miel o a las infusiones de eucalipto y regaliz.
5. Mantén limpio el aire acondicionado
Las bacterias se esparcen con facilidad por el aire cuando se pone en marcha un climatizador en el que se ha acumulado la suciedad. Por este motivo es muy importante realizar el mantenimiento y la limpieza adecuados de cada una de sus partes.
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