¿Cuánto consume un frigorífico?
Esta es una pregunta que muchos se hacen pero que no tiene una respuesta exacta. El gasto de un frigorífico depende de muchos factores y no podemos hablar en términos absolutos.
Todos sabemos que la nevera es el electrodoméstico que más consume de una vivienda debido a que está siempre en funcionamiento, pero su eficiencia energética, el lugar donde esté colocado y los hábitos de uso influyen en que el gasto energético sea algo mayor o menor.
¿Cuánto consume un frigorífico al día?
Los frigos vienen calificados con una etiqueta energética que indica cuál es su nivel de consumo. Por norma general, aquellos con una calificación más eficiente son más caros, pero gastan menos energía. Es importante, por lo tanto, conocer los datos de consumo diario estimados para valorar las ventajas que supone a largo plazo comprar una nevera eficiente.
Según esta etiqueta, se estima que las neveras tienen los siguientes datos de consumo al día:
- Clase A+++: 175 kWh
- Clase A++: 284 kWh
- Clase A+: 322 kWh
- Clase A: 374 kWh
- Clase B: 507 kWh
- Clase C: 646 kWh
Otros factores que influyen en el consumo de un frigorífico
Además de la etiqueta correspondiente, hay otros factores que pueden contribuir a un menor consumo. Y aquí es donde nuestras decisiones y costumbres pueden influir en el gasto de energía que hace nuestro frigorífico.
Neveras no frost
Además de evitar que se acumule hielo en el congelador, enfrían el interior mediante un flujo constante de aire, para lo que necesitan menos energía.
Coloca el frigo en el lugar adecuado
Conviene alejarlo del horno u otras fuentes de calor, para evitar que su temperatura suba de manera innecesaria y se debe evitar apoyarlo completamente en la pared. Lo mejor es dejar unos cinco centímetros de separación para que el aire pueda circular con libertad.
Limpia en profundidad
Cuando el frigo está limpio, es más eficiente. No te limites al interior, para favorecer el flujo del aire debes limpiar la parte trasera al menos dos veces al año.
La temperatura adecuada
Se deben evitar las temperaturas demasiado bajas: 5ºC para el frigorífico y -18ºC para el congelador es suficiente.
Descongela los alimentos dentro de la nevera y no fuera. Este sencillo gesto te permite aprovechar el frío y que el motor no tenga que ponerse en funcionamiento durante un tiempo.
Deja que los alimentos calientes se enfríen a temperatura ambiente y mételos después en la nevera.
Ordena los alimentos
Ordena correctamente los alimentos dentro del frigo para aprovechar las diferentes temperaturas:
- La parte inferior, más cerca del congelador, es la más fría. En esta zona se deben colocar las verduras, el pescado y la carne.
- Elige las baldas intermedias para los productos lácteos, embutidos o alimentos ya cocinados.
- Coloca arriba del todo los pasteles o los pescados ahumados, que necesitan menos frío.
- Reserva la parte superior de la puerta para las mantequillas y mermeladas, la del medio para las salsas y la inferior para el agua y la leche.
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Mantén la puerta cerrada
Cada vez que la puerta se abre se pierde frío. Es importante intentar abrir la puerta lo menos posible y durante poco tiempo.
Si te marchas, desenchúfalo
Cuando vayas a pasar una larga temporada fuera de casa, lo mejor es vaciar el frigorífico, limpiarlo y dejarlo desconectado.
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