Ventajas e inconvenientes de la cocina de gas
La cocina de gas es la que, seguro que has tenido toda la vida en casa, pero hace unos años, desde la fiebre de la vitrocerámica y ahora la de inducción, la cambiaste. Y ahora que las cocinas de fogones de gas se han vuelto a poner de moda, no sabes si volver a ellas.
Pues bien, hoy vengo a esclarecer tus dudas y, si estás pensando en pasarte al gas, presta atención a las principales ventajas e inconvenientes de este tipo de cocinas.
Ventajas de una cocina de gas
1. Son más eficientes. Las cocinas de gas son las que menos contaminan. Según Pablo Barrenechea, responsable del área de Servicios Sostenibles de la fundación Ecodes, las que más energía consumen son las eléctricas, y las que menos, las de gas. Además, el IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía explica que una cocina de gas solo emitiría 200g de CO2 por cada kWh de potencia, mientras que una vitrocerámica produciría más del doble.
2. Ahorras en la factura. Esta eficiencia energética se acaba traduciendo también a final de mes en una reducción sustancial en las facturas. Las cocinas de gas permiten un mayor ahorro, ya que es más barato el kWh de potencia que en el caso de las cocinas eléctricas, que también malgastan calor residual.
3. Se puede cocinar con cualquier material. Las cocinas de gas permiten una cocción mucho más tradicional, ideal para utilizar materiales de todo tipo, a diferencia de las cocinas de inducción. Barro, acero o hierro antiguo son perfectos para hacer guisos de los de toda la vida.
Inconvenientes de una cocina de gas
1. Son más complicadas de mantener y limpiar. La principal desventaja de este tipo de cocina es que requiere un mayor mantenimiento. El gas es un material más complicado, por lo que te vendrá bien revisar que todo esté en orden cada cierto tiempo. Puedes estar tranquilo porque mis compañeros pueden encargarse de ello. Además, son más difíciles de limpiar, ya que no son una superficie lisa como la vitro.
2. Necesitas guardar la bombona. También, tienes que tener en cuenta que necesitarás un espacio extra para guardar la bombona de gas que vayas a usar y la que tengas de reserva. Si tu casa es muy pequeña, quizá tengas que pensarlo antes de distribuir el espacio.
3. Riesgo de fugas. Realmente este riesgo es mínimo, ya que se han ido mejorando los sistemas para reducir las posibilidades de accidente. Además, con un poco de cuidado que tengas, no tendría por qué pasar nada. Sin embargo, es una desventaja importante por sus posibles consecuencias.
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Seguro que, después de este análisis, te ha quedado mucho más claro si la cocina de gas es lo que realmente buscas y necesitas. ¿Te animas a probar los fogones de toda la vida o prefieres mantenerte fiel a la vitrocerámica? ¿O quizá eres más de inducción? ¡Tú decides!
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