DIY vuelta al cole: cabecitas de LEGO, portalápices para reciclar con los peques
¡Sorpresa! ;D Prepárate para un mini proyecto fácil y divertido, que te ayudará a demostrarle a los peques de la casa el valor de la imaginación, las posibilidades de la no-basura, y el orgullo de crear algo con sus propias manitas.
.
Primero, un poco de nostalgia…
¿Recuerdas la primera vez que viste un LEGO? Probablemente no sabías que estos daneses sin fronteras comenzaron a divertir al mundo en 1932. Ole Kirk Kristiansen fue su fundador. Y la llamó abreviando sus dos palabras favoritas: leg godt: traducido literalmente jugar bien. Y aunque se estrenaron creando juguetes de madera, sus bricks de plástico nacieron allá por 1958. Desde entonces, han recibido dos veces el galardón de “Juguete del Siglo”. .
… y ahora, ¡el poder del reciclaje!
Basta de historia: miremos al futuro. Nuestro planeta, nuestros peques. La educación que les demos ahora marcará su forma de pensar y de responder a los retos venideros. ¿Queremos niños derrochadores que crezcan en una cultura de usar y tirar? ¿O queremos mentes despiertas capaces de aprovechar cada objeto para mejorarlo, adaptarlo y reutilizarlo?
> Recuerda: encontrarás muchas más ideas DIY, trucos de ahorro doméstico y consejos como este en nuestro perfil de Facebook y en nuestro timeline de Twitter. ¡Síguenos en ambos para consultarnos en tiempo real cualquier duda sobre tu hogar! ;)
El de hoy es un ejercicio genial para enseñar a nuestros hijos que 1+1 puede ser mucho más que 2. Aprender a reutilizar expandirá sus mentes y sus habilidades, cognitivas y manuales. Les ayudará a interconectar materiales y funciones. A valorar más el arte y la artesanía, y menos lo industrial y lo hecho en cadena.
.
.
¿Qué necesitamos para crear unos portalapiceros LEGO personalizados?
Muy poquito y muy barato. Basta con que guardes un tarro de vidrio (los de mermelada de La Vieja Fábrica son perfectos), y lo laves bien para quitarle restos de comida y etiquetas.
Ahora hazte con un bote pequeño de pintura acrílica de color amarillo. Si quieres la referencia exacta, LEGO lo llama Bright Light Yellow, y se corresponde con el Pantone 120 C. Es un amarillo medio, ni demasiado pollo ni demasiado anaranjado. El siguiente paso hará las delicias de tu chiquitín: vierte un poco de pintura en el tarro (un dedo aproximadamente servirá) y ciérralo bien con su tapa original. Pronunciad unas palabras mágicas (¡con el poder de LEGO, esta carita yo creo! Ejem… vale, seguro que se os ocurre algo mejor…) mientras sacudís con energía. .
Y ahora, ¡a dibujar!
Haceos con un rotulador permanente negro de grosor medio para crear las facciones de tu nuevo personaje-lapicero. Podéis emplear laca de uñas roja para labios o coloretes, e incluso un poco de Tipp-Ex para darle brillo a los ojos.
El resto es cosa vuestra: ¿pintaréis un pirata con parche? ¿O una chica coquetona? Echad un vistazo a estos ejemplos como punto de partida para idear vuestro propio diseño. Recordad que un poco de alcohol y papel o algodón serán suficientes para borrar y empezar de nuevo, si no estáis contentos con la primera intentona. Y guardad la pintura sobrante para posteriores retoques si entre tanto movimiento de lápices se crea alguna calva en la superficie interior del lapicero.
Y recuerda que en HomeServe estamos para ayudarte y si necesitas cualquier reparación del hogar no dudes en contactarnos.
bannerlocation
