Guía completa para evitar averías en tu caldera en los días más fríos del invierno
Cuando llega el frío intenso, la caldera se convierte en el corazón del hogar. Pero también es cuando más sufre: trabaja durante más horas, a mayor potencia y en condiciones de mayor exigencia.
El resultado es que las averías aumentan considerablemente en los meses más fríos, especialmente cuando la caldera lleva meses sin mantenimiento o presenta señales previas que han pasado desapercibidas.
Cómo preparar tu caldera y qué hacer para evitar problemas
Revisa la presión del agua antes de que lleguen los picos de frío
La presión es uno de los indicadores clave de buen funcionamiento de la caldera. En la mayoría de modelos domésticos, el nivel ideal está entre 1 y 1,5 bar.
Si la presión está baja, la caldera tendrá dificultades para encender o calentar los radiadores.
Si está demasiado alta, puede provocar fugas o apagados de seguridad.
Consejo: revisa la presión una vez por semana en los meses más fríos.

Purga los radiadores para eliminar el aire acumulado
El aire dentro del circuito impide que el agua caliente circule correctamente, lo que provoca:
- Radiadores calientes solo en la parte inferior
- Zonas frías en la casa
- Mayor consumo energético
- Esfuerzo extra de la caldera
Purgarlos a comienzos del invierno evita que la caldera trabaje más y previene sobrecalentamientos innecesarios.
Consejo: si escuchas ruidos tipo “gorgoteo”, es señal de aire en el sistema.
Realiza un mantenimiento anual con un técnico cualificado
Un alto porcentaje de averías invernales se deben a falta de mantenimiento: filtros sucios, piezas desgastadas, fugas de gas o agua, ventilación deficiente, quemadores obstruidos...
Un técnico certificado puede:
- Limpiar el interior de la caldera
- Revisar la combustión y el intercambiador
- Comprobar las juntas y válvulas
- Detectar fallos antes de que se conviertan en una emergencia
Consejo: reservar el mantenimiento en otoño evita esperas y averías en plena ola de frío.

Ajusta el termostato a una temperatura eficiente
Muchos usuarios suben la calefacción cuando hace frío extremo, pero esto puede provocar sobrecargas en la caldera.
Los expertos recomiendan mantener la calefacción entre 19ºC y 21ºC, suficiente para garantizar el confort sin forzar el equipo.
Consejo: en zonas muy frías, es más eficiente mantener la casa a una temperatura estable que hacer grandes subidas y bajadas.
Asegura una buena ventilación del equipo
Las calderas necesitan renovar el aire para realizar una combustión correcta. Si la zona donde está instalada está bloqueada, puede generar fallos por:
- Sobrecalentamiento
- Incorrecta evacuación de gases
- Encendidos fallidos
Consejo: no coloques muebles, cajas o ropa alrededor de la caldera.
Comprueba si hay fugas o goteos
Una fuga pequeña puede convertirse en un problema grande cuando la caldera trabaja al máximo.
Revisa:
- Debajo de la caldera
- Tubos visibles
- Válvulas
- Radiadores
Consejo: Si detectas gotas o marcas de cal, pide asistencia cuanto antes: la sobrepresión generada por el frío puede agravar la avería.

No ignores las señales de alerta
Si tu caldera presenta alguno de estos síntomas, es probable que necesite intervención:
- Se apaga sola
- Hace ruidos fuertes o inusuales
- Tarda en encender
- La presión sube o baja constantemente
- La llama es inestable
- Hay olor anormal
Consejo: Cuanto antes se revise, menor el riesgo de avería grave.
Protege tu instalación si vives en zonas muy frías
En áreas donde las temperaturas bajas de 0ºC, las tuberías y circuitos pueden congelarse, generando fallos importantes.
Esto ayuda a prevenirlo:
- Aislar tuberías exteriores
- Utilizar anticongelante específico para circuitos de calefacción
- Mantener la vivienda a temperatura mínima constante
- Dejar encendida la función antihielo si la caldera dispone de ella
¿Y si la caldera es muy antigua?
Las calderas con más de 12 – 15 años tienden a:
- Fallar con más frecuencia
- Consumen más
- Tener repuestos limitados
- Perder eficiencia en los picos de frío
Si notas problemas recurrentes cada invierno, puede ser momento de valorar una sustitución por una caldera de condensación o incluso aerotermia.
Conclusión: prevenir es la mejor forma de evitar averías en invierno
Los días más fríos son los que más estrés generan en tu sistema de calefacción. Una mezcla de mantenimiento preventivo, revisiones periódicas y vigilancia de síntomas es clave para evitar averías inesperadas.
En HomeServe estamos preparados para acompañarte en cada paso: mantenimiento, reparación y sustitución de calderas, para que tu hogar se mantenga calido y seguro durante todo el invierno.
¿Tu caldera necesita una revisión antes de la ola de frío? Contacta con HomeServe y te ayudamos.


